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Tipos de fosas sépticas

¿Estás buscando depurar el agua que llega a tu hogar o a una determinada zona rural? Descubre en este artículo qué son las fosas sépticas y qué tipos podemos encontrar actualmente en el mercado. Te lo explicamos en este artículo. ¡Comenzamos!

¿Qué es una fosa séptica?

Una fosa séptica es una depuradora de agua compacta biológica con la cual se tratan las aguas residuales domésticas. En ella se realiza una separación y transformación físico-química de la materia orgánica. Estas están pensadas principalmente para depurar el agua de nuestro hogar y de algunos parajes rurales aislados.

Es decir, una fosa séptica cumple con la función de suplir el sistema de recogida urbano con alcantarillado presente en las ciudades por un sistema mucho más sencillo de aquellos espacios como edificios alejados del núcleo urbano o casas de campo. Con ella se permite tratar los residuos sólidos sin que generen ningún problema, como antaño ocurría con los conocidos como pozos negros, que debido a su falta de higiene acababa ocasionando problemas de salud a las personas.

Según establece la normativa, los residuos sólidos de las fosas deben ser recogidos, al menos, con una frecuencia de 1 a 2 años para evitar su acumulación, aunque todo depende del tamaño de esta y del número de habitantes que residan en el lugar. Los residuos sólidos separados de las fosas sépticas deben ser transportados a otros lugares donde puedan ser tratados por completo.

Tipos de fosas sépticas

Podemos encontrar una gran variedad de fosas sépticas presentes actualmente en el mercado. La primera de ellas es la fosa de hormigón. Esta fosa de hormigón era la más utilizada antiguamente por las propiedades del hormigón, sin embargo, su uso hoy en día se ha reducido por otro tipo de materiales menos pesados e igual de resistentes. Además, gracias a la ampliación de la red de aguas, muchas de estas fosas han quedado inútiles, por lo que se ha procedido a su vaciado y sellado.

Fosa séptica prefabricada

La fosa séptica prefabricada aprovecha materiales reutilizables, generalmente plásticos, por lo que, además, evita ocasionar mayores problemas ambientales. Estas suelen contar con un filtro biológico que favorece la oxidación total de los residuos sólidos. En algunos casos esta fosa séptica prefabricada suele contar con filtros hechos de coco.

Fosas de acero

Este tipo de fosa es otro ejemplo de las fosas sépticas que se están quedando en desuso debido a su tipo de materiales, aunque todavía pueden encontrarse en algunos lugares. Actualmente no se utilizan con tanta frecuencia debido a que la vida útil de las mismas se sitúa en torno a los 25 años, antes de que acabe oxidándose por la presencia de las aguas residuales y los procesos químicos.

Fosa séptica de polietileno

Esta fosa séptica esta fabricada de polietileno. La misma se caracteriza porque su material es muy resistente y soporta muy bien los impactos. Por esta razón suele ser instalada en lugares en los cuáles puede haber desplazamientos de tierra, en parcelas industriales, o en zonas montañosas.

Fosas sépticas de vidrio

Aunque el material es menos resistente que en el resto de las fosas, estas suelen instalarse en lugares particulares como chalets u otras edificaciones individuales porque resultan más ligeras que el resto y por tanto son más fáciles de transportar.

Fosa séptica de acumulación

Este tipo de fosa suele resulta más cara a la larga, aunque más práctica, ya que en ellas no se lleva a cabo el proceso de depuración, sino que se acumula el agua y, una vez está completa, la empresa responsable se encarga de vaciarla y de llevar a cabo la limpieza de las mismas. Siempre siguiendo la normativa vigente actual.

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