Salud

Tipos de tratamientos antiedad y para qué sirven

¿Has oído hablar de los tratamientos antiedad? Estos son cada vez más populares y se anuncian constantemente en diferentes medios, por lo que no es de extrañar que capten tu atención. Lo que tal vez no sepas es que los hay de muchos tipos, con variedad de cosméticos, diferentes ingredientes y técnicas diversas, ¡hay todo un abanico de posibilidades para ti!

En este artículo queremos mostrarte todos los tipos de tratamientos antiedad, en qué consisten, para qué sirven realmente y cuáles pueden ser los mejores en tu caso, ¿te lo vas a perder?

¿Qué es un tratamiento antiedad facial?

Un tratamiento facial antiedad es la aplicación de productos o técnicas enfocadas a combatir y prevenir los signos de la edad como líneas de expresión, flacidez o irregularidad en el tono de la piel del rostro. Destaca porque tiene un marcado carácter preventivo, pese a que también minimiza las huellas que ha dejado el paso del tiempo, su misión principal es la de retrasar el envejecimiento.

Mientras que los tratamientos antiarrugas están pensados para las pieles maduras que ya cuentan con un claro deterioro de la piel, los antiedad se pueden emplear a prácticamente todas las edades con la intención de hacer el proceso de envejecimiento más lento y preparar la piel para que supere mejor el desgaste natural o se vea menos perjudicada por los radicales libres.

Este tipo de rutinas funcionan mejor a largo plazo, si se emplean con constancia a lo largo de toda la vida, y arrojan resultados más visibles conforme el usuario va ganando en años. Suelen ser ricos en antioxidantes, ingredientes nutritivos, potenciadores de la fabricación natural de colágeno y elementos hidratantes. Con todo ello, el cutis tiene más herramientas para mantenerse en buen estado.

Los expertos aconsejan empezar con los tratamientos antiedad a partir de los 30 años y antes de que aparezcan los primeros signos de la edad, pues esta será la mejor forma de evitar que el rostro pierda sus facultades.

Tipos de tratamientos antiedad

Existen diferentes tipos de tratamientos antiedad según el uso, la etapa de la vida o la técnica que queramos emplear, y algunos de ellos pueden ser compatibles entre sí. A continuación, te mostramos cuáles son y cómo aplicarlos.

Las rutinas antiedad

Las rutinas antiedad son combinaciones de productos destinados a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel que se emplean a diario y funcionan a largo plazo. Estos se integran como parte del cuidado facial habitual y arrojan resultados de una forma lenta pero eficiente. Tienen principios activos especialmente útiles para prevenir el envejecimiento, como el ácido hialurónico, la vitamina C o el retinol.

Estos son los cosméticos para una buena rutina facial antiedad:

El sérum

El sérum antiedad es el primer paso para una buena rutina y se aplica justo después de una rigurosa limpieza diaria. Hay diferentes tipos de sérum con esta misión que podrás comprar en sitios especializados como Paco Perfumerías y que arrojan excelentes resultados. Este cosmético tiene la capacidad de llegar a capas más profundas de la piel, tiene una textura más ligera que las cremas y su uso potencia los efectos de los cosméticos que se apliquen posteriormente.

La crema de día

La crema de día antiedad es la que se aplica por la mañana y tiene principios activos que previenen el envejecimiento, agentes hidratantes, protectores contra los radicales libres y, habitualmente, también vienen con fotoprotección para evitar que la acción de las radiaciones UV del sol cause desperfectos en la piel.

La crema de noche

La crema de noche antiedad se aplica antes de dormir y suele tener un efecto más intenso, ya que durante el sueño es cuando se produce la renovación celular y los principios activos pueden trabajar mejor. Estos cosméticos pueden contener ingredientes que no son aconsejables durante la exposición al sol, como el retinol.

Los tratamientos intensivos antiedad

Los tratamientos intensivos antiedad son los que se emplean en un periodo de tiempo concreto para proporcionar un cambio visible y rápido a la piel del cutis, después, requieren de un mantenimiento con rutinas antiedad para que su efecto resulte más efectivo. Pueden ser combinaciones de productos o cosméticos únicos, como las mascarillas faciales. Su acción es más intensa y mejoran considerablemente las condiciones del cutis.

Las ampollas antiedad

Las ampollas antiedad vienen en este formato, precisamente, dentro de unas ampollas de vidrio, y contienen un producto antiedad intensivo con una consistencia más líquida que el resto de los cosméticos. Lo habitual es que proporcionen grandes dosis de un solo ingrediente beneficioso para la piel como, por ejemplo, el ácido hialurónico o el retinol.

Gracias a este formato líquido pueden ser muy bien absorbidos por la piel y proporcionar resultados muy visibles. También pueden ser de varios tipos:

  • Efecto flash: proporcionan un efecto rejuvenecedor instantáneo cuyos resultados solo son especialmente visibles durante unas horas.
  • Tratamiento intensivo: para usar durante un periodo concreto y ofrecer a la piel el principio activo que necesita.
  • Uso ocasional: para reforzar las rutinas de belleza aportando un extra de principios activos cada cierto tiempo.

Los tratamientos sin productos

Entre los tratamientos antiedad faciales también se encuentran aquellas técnicas que no requieren de cosméticos y que fomentan la circulación de la sangre en la piel o la buena funcionalidad de los músculos, con el fin de evitar un envejecimiento prematuro. Aquí entran rutinas como el yoga facial, los masajeadores faciales y otros elementos que entrenan la piel del rostro para que se mantenga firme. Lo ideal es combinar estas técnicas con la aplicación de tratamientos que sí son cosméticos para un resultado más completo y eficiente.

¿Cuál es el mejor tratamiento antiedad?

Hay una gran variedad de tratamientos antiedad, como hemos podido comprobar anteriormente, y la gran mayoría son compatibles entre sí, por lo que muchos de ellos se pueden aplicar de manera simultánea para que se complementen y potencien sus efectos.

Todos pueden ser muy efectivos, así que el mejor en cada caso siempre será el que se adapte mejor a la edad de cada usuario y sus condiciones actuales. La piel va cambiando conforme cumplimos años y las carencias pueden ser muy diferentes a los 30 años y a los 60 años, así que lo más adecuado es ir adaptando las rutinas y los tratamientos intensivos que vamos empleando en función de estas necesidades.

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